18-05-08

Lo que de Hashem no Nace, un Rabino ni con en el nombre del Eterno podrá transformarlo en lo que no es

Si. El nombre es arquetipo de la cosa, En las letras de rosa está la rosa Y todo el Nilo en la palabra Nilo.
Y, hecho de consonantes y vocales, Habrá un terrible Nombre, que la esencia Cifre de Dios y que la Omnipotencia Guarde en letras y sílabas cabales.
Adán y las estrellas lo supieron En el Jardín. La herrumbre del pecado (Dicen los cabalistas) lo ha borrado Y las generaciones lo perdieron.
Los artificios y el candor del hombre No tienen fin. Sabemos que hubo un día En que el pueblo de Dios buscaba el Nombre En las vigilias de la judería.
No a la manera de otras que una vaga Sombra insinúan en la vaga historia, Aún está verde y viva la memoria De Judá León, que era rabino en Praga.
Sediento de saber lo que Dios sabe, Judá León se dio a permutaciones de letras y a complejas variaciones Y al fin pronunció el Nombre que es la Clave.
La Puerta, el Eco, el Huésped y el Palacio, Sobre un muñeco que con torpes manos labró, para enseñarle los arcanos De las Letras, del Tiempo y del Espacio.
El simulacro alzó los soñolientos Párpados y vio formas y colores Que no entendió, perdidos en rumores Y ensayó temerosos movimientos.
Gradualmente se vio (como nosotros) Aprisionado en esta red sonora de Antes, Después, Ayer, Mientras, Ahora, Derecha, Izquierda, Yo, Tú, Aquellos, Otros.
(El cabalista que ofició de numen A la vasta criatura apodó Golem; Estas verdades las refiere Scholem En un docto lugar de su volumen.)
El rabí le explicaba el universo "Esto es mi pie; esto el tuyo; esto la soga." Y logró, al cabo de años, que el perverso Barriera bien o mal la sinagoga.
Tal vez hubo un error en la grafía O en la articulación del Sacro Nombre; A pesar de tan alta hechicería, No aprendió a hablar el aprendiz de hombre,
Sus ojos, menos de hombre que de perro Y harto menos de perro que de cosa, Seguían al rabí por la dudosa penumbra de las piezas del encierro.
Algo anormal y tosco hubo en el Golem, Ya que a su paso el gato del rabino Se escondía. (Ese gato no está en Scholem Pero, a través del tiempo, lo adivino.)
Elevando a su Dios manos filiales, Las devociones de su Dios copiaba O, estúpido y sonriente, se ahuecaba En cóncavas zalemas orientales.
El rabí lo miraba con ternura Y con algún horror. ¿Cómo (se dijo) Pude engendrar este penoso hijo Y la inacción dejé, que es la cordura?
¿Por qué di en agregar a la infinita Serie un símbolo más? ¿Por qué a la vana Madeja que en lo eterno se devana, Di otra causa, otro efecto y otra cuita?
En la hora de angustia y de luz vaga, En su Golem los ojos detenía. ¿Quién nos dirá las cosas que sentía Dios, al mirar a su rabino en Praga?

Poema de Borges gentilesa de Ucronías.

Imaginen un Rabino Cabalista introduciendo el sagrado nombre debajo de la lengua de una inerte estatua de barro... Ahora que tiene que ver esto con el tema de las conversiones, ¿acaso no es tomar el atributo de D's el querer convertir algo que EL creé de otro modo?

Alguien podría con estos argumentos lanzarse en embestida contra la ciencia, pero esto no es así, ya que estamos hablando de una condición que llamamos "Pertenencia al Pueblo elegido de D's", por tanto ¿ Posée un maestro en Toráh y Ley Judia, los atributos divinos para decir y decidir quien puede o no puede entrar en el seno de nuestro pueblo?

Shalom Lekulam!!!
El Golem